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15 jun 2015

Grasas saturadas y enfermedad cardiovascular: Nueva revisión de Cochrane


Seguir de cerca lo que publica la iniciativa Cochrane, la más importante del mundo a la hora de hacer revisiones sistemáticas de estudios científicos relacionados con la salud, siempre es fructífero para cualquier interesado por las recomendaciones basadas en la evidencia. Además, de vez en cuando también publican trabajos relacionados con la alimentación, con lo que el atractivo para un servidor es doble.

Hace tan solo unos días hemos podido disfrutar de uno de esos regalos de Cochrane. Me refiero a la última revisión sistemática  de ensayos de intervención sobre la reducción de grasas saturadas y la enfermedad cardiovascular, "Reduction in saturated fat intake for cardiovascular disease". Cabe destacar que este trabajo ha sido liderado por Lee Hooper, la misma experta que encabezó en 2012 otra revisión Cochrane similar, en este caso sobre la reducción de las grasas en general y la enfermedad cardiovascular, "Reduced or modified dietary fat for preventing cardiovascular disease". Como conté en este post anterior, en aquel trabajo ya se analizó de forma específica la reducción de las grasas saturadas, así que en esta investigación se ha querido hacer una actualización y refuerzo de la evidencia científica existente sobre el tema, con un análisis específico de la reducción de este tipo de grasas, incluyendo todos los ensayos de intervención de larga duración identificados (al menos dos años).

Pues bien, esta es la traducción de los resultados principales redactados por los autores:



"Se han incluido 15 ensayos aleatorios que utilizan diversas estrategias y consejos a la hora de recomendar los alimentos para reducir la grasa saturada. Los ensayos a largo plazo incluidos sugieren que la reducción de grasas saturadas en la dieta reduce el riesgo de eventos cardiovasculares en un 17%  (...). Los efectos sobre la mortalidad global por cualquier causa (...)  y la mortalidad cardiovascular fueron menos claros (...). Hay cierta evidencia de que la reducción de las grasas saturadas reduce el riesgo de infarto de miocardio (...), pero la evidencia de infarto de miocardio no mortal (...) no estaba clara y no hubo efectos claros sobre el accidente cerebrovascular (...). 

El análisis de subgrupos sugirió que la reducción de los eventos cardiovasculares se observó en estudios que principalmente reemplazaron calorías de grasas saturadas por grasas poliinsaturadas. 
No se apreciaron efectos al sustituir grasas saturadas por carbohidratos o proteínas, y los efectos en los estudios que las sustituyeron por grasas monoinsaturadas fueron poco claros (solo hemos encontrado un pequeño ensayo).  El análisis por subgrupos y la meta-regresión sugieren que el grado de reducción de eventos cardiovasculares se relaciona con el grado de reducción de colesterol sérico total, y hubo indicios de mayor protección con una mayor reducción de la grasa saturada o un mayor aumento de grasas poliinsaturadas y monoinsaturadas. No hubo evidencia de efectos negativos al reducir la ingesta de grasas saturadas en la mortalidad por cáncer, los diagnósticos de cáncer o la presión arterial, mientras que hubo cierta evidencia de mejora en el peso y el IMC."

Y esta sería la traducción de las conclusiones finales:

"Las conclusiones de esta revisión actualizada indican una pequeña pero potencialmente importante disminución del riesgo cardiovascular mediante la reducción de la ingesta de grasas saturadas. La sustitución de la energía de las grasas saturadas por grasas poliinsaturadas parece ser una estrategia útil, su sustitución por hidratos de carbono parece menos útil, y los efectos de la sustitución de grasa monoinsaturada son poco claras debido a la inclusión de sólo un pequeño ensayo. Este efecto no parece alterarse con la duración del estudio, el sexo o el nivel de partida de riesgo cardiovascular. 

Las recomendaciones para las personas con riesgo de enfermedad cardiovascular y  para los grupos de población de bajo riesgo deberían seguir incluyendo la reducción permanente de grasa saturada en la dieta y la sustitución parcial por grasas no saturadas. El tipo ideal de grasa no saturada no está claro."

Para las personas que prefieren leer menos términos técnicos, esta sería la traducción del texto con "lenguaje normal" ("plain languaje"), que desde hace un tiempo Cochrane siempre incluye en sus revisiones:

"Hemos encontrado 15 estudios con más de 59.000 participantes. La evidencia está actualizada a marzo de 2014. La revisión encontró que la reducción en la grasa saturada condujo a una reducción del 17% en el riesgo de enfermedad cardiovascular (incluyendo enfermedades cardíacas y accidentes cerebrovasculares), pero no hay efectos en el riesgo de muerte. La revisión no encontró beneficios claros de la sustitución de grasas saturadas por alimentos ricos en almidón o proteínas. Cambiar el tipo de grasa que comemos, en sustitución de las grasas saturadas por grasas poliinsaturadas, parece protegernos mejor, reducir nuestro riesgo de problemas cardíacos y vasculares. Cuanto mayor es la disminución de la grasa saturada, y el colesterol total se reduce más, mayor será la protección. Las personas que están actualmente sanas parecen beneficiarse tanto como los que están en mayor riesgo de enfermedades del corazón o un derrame cerebral (las personas con presión arterial alta, colesterol alto en suero o la diabetes, por ejemplo), y las personas que ya han tenido enfermedades del corazón o un derrame cerebral. No hubo una diferencia clara en el efecto entre hombres y mujeres.

Existe una gran cantidad de evidencia, incluyendo casi 60.000 personas que han participado en los estudios de al menos dos años de duración cada uno  que evalúan los efectos de la reducción de grasas saturadas. Juntos, los estudios proporcionan una evidencia de calidad moderada de que la reducción de grasa saturada y su sustitución por grasas poliinsaturadas reduce el riesgo de enfermedad cardiovascular."

Para los que prefieren más datos, esta es la tabla resumen incluida para cada uno de los "end-points", tanto primarios como secundarios:


Y estos los gráficos de riesgo de  los tres "end-points" primarios, la mortalidad global, la mortalidad cardiovascular y todos los eventos cardiovasculares combinados:




Viendo todos estos datos y conclusiones, parece que las grasas poliinsaturadas se refuerzan como sustitutas ideales de las grasas saturadas, al menos para la reducción de algunos eventos cardiovasculares. Aunque no parecen ofrecer ventajas para reducir la mortalidad y también parece confirmarse, una vez más, que sustituirlas por carbohidratos no aporta beneficios.

De cualquier forma, viendo la falta de efecto en la mortalidad y la limitada dimensión y alcance de los resultados (los autores utilizan la expresión "pequeña pero significativa reducción" y el resto de evidencia acumulada durante los últimos años, cada vez podemos afirmar con mayor seguridad que en el pasado se ha sobredimensionado la relevancia de la estrategia de reducción de las grasas saturadas en la prevención de este tipo de enfermedades.

Por ejemplo, viendo los datos del tercer gráfico, el de eventos cardiovasculares combinados, donde la reducción de riesgo relativo es del 17% , con unos sencillos cálculos aproximados podemos hacernos una idea de la magnitud del riesgo del que estamos hablando, en términos absolutos (puede pinchar en este enlace para conocer la diferencia entre riesgo absoluto y relativo). Considerando que sumando todos los ensayos se han identificado unos 8,2 eventos por cada 100 personas (2603/31509), la reducción de grasas saturadas aporta aproximadamente un beneficio de uno o dos eventos cardiovasculares en un grupo de dichas dimensiones. Es decir, que de cada 100 personas que reduzcan la ingesta de grasas saturadas de su dieta durante un periodo de unos cuatro años, 98 o 99 de ellas no obtendrán ningún beneficio.

Son datos epidemiológicamente significativos, pero que desde la óptica individual toman otra perspectiva, ¿no creen?

12 comentarios:

  1. Hola Centinel,
    este estudio ha destrozado la imagen que tenía de la iniciativa Cochrane. ¿Juntan varias intervenciones multifactoriales y achacan los resultados de dichas intervenciones a uno solo de los factores? No me lo puedo creer.
    Quizá esté confundido, pero este meta-análisis parece una de las mayores chapuzas que he visto publicadas en una revista.

    A la vista está que con los meta-análisis, no te puedes fiar nunca. Suerte que Andrés ha perdido un rato comprobando las referencias.
    Un saludo

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    1. Así es, bastantes de los ensayos incluidos hacen cambios que van bastante más allá que la sustitución de grasas, ya que se cambian unos alimentos por otros. Supongo que en breve podremos leer comentarios y críticas del estudio en publicaciones científicas, serán interesantes.

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  2. hola

    hace 2 dias la FDA recomendo la aprobacion de Alirocumab (para bajar el ldl)
    No entiendo si desde hace unos años se esta acumulando evidencia encontra deusar el colesterol como indicador de salud o causa de enfermdades, por que una empresa (en este caso sanofi) inivierte tiempo y dinero en una droga para bajar el ldl?

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  3. siguen juntando chorizo con velocidad... una cosa es lo que comes, otra el nivel de grasa en sangre que tienes , otra el nivel de grasa corporal que tienes... Antes que la obesidad provocaba infartos, ahora que lo que provoca infartos es la grasa, la cual realmente no esta atada a la grasa que se consume tanto como hacen pensar en el texto... Vamos a ver yo y mi padre teniamos el colesterols altisimo de forma "genetica" el era delgado y yo tambien, el tuvo 5 infartos y yo creo que me dara alguno cuando cumpla mas edad porque lo estoy viendo venir. No somos gordos, no comemos grasa, no comemos mucho... Simplemente no ahcemos ejercicio aerobico. En vez de ponerse a calcular lo que comes mejor que calculen cuanto tienes que correr, lo cual mejora la salud mil veces mas que no comerse un chorizo (lo cual es malisimo) matando moscas a cañonazos...

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  4. Solo un apunte, en la tabla resumen aparece el efecto absoluto por cada 10000 personas, dividiendo por 100 ya tienes el beneficio por cada 100 personas.

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    1. Evidentemente, tienes toda la razón, es interesante para los que quieran conocer el efecto para cada tipo de evento. ¡Gracias!

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  5. Como siempre, genial artículo. Otra duda que me viene a la cabeza: ¿Es más fácil que los productos principalmente con grasas saturadas contengan grasas hidrogenadas que los productos ricos en poliinsaturadas, no?

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  6. Si no he entendido mal,que puede; el NNT para evitar unos o dos eventos cardiovasculares es 100 personas disminuyendo su ingesta en saturadas (cambiandolas por poliinsaturadas) durante 4 años. ¿ Es esto?

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    1. Más o menos. Aunque realmente en varios ensayos se están sustituyendo alimentos con grasas saturadas por alimentos con grasas poliinsaturadas, por lo que los cambios van más allá que simplemente las grasas.

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